domingo, 17 de abril de 2011

PALACIO DE LOS LEONES




El palacio de los leones según un historiador lo ha situado en la tradicción de la villa rústica, la villa romana en el campo, trasladada en este caso por Muhammad V, su constructor.
El lugar de esparcimiento, no sujeto a las formalidades de la corte, al que se iba a descansar, se llevo a un solar colindante al Palacio de Comares, pero no comunicado con él, pues tenía una entrada independiente  y casi escondida por una calle de la Alhambra hasta que Carlos I la suprimió y unió ambos palacios, a los que anexionó también a través de unas estancias nuevas, La torre de Abul-Hayyay o torre del Peinador de la Reina.
El pequeño patio está rodeado de un peristilo de esbeltas columnas  y se organiza según el modelo del chargab persa (dividido en cuatro zonas por los ejes formados por cuatro corrientes de agua que surgen de una fuente central), disposición que simboliza el Paraíso musulmán.  Tanto en ese patio como en el de Comares se hace evidente una concepción arquitectónica también muy islámica que consiste en primar la contemplación desde el interior, desde el centro del patio, frente a la que se hace desde el exterior, pues tampoco este palacio tuvo fachada a la calle. Sus fachadas son los cuatro lienzos del patio.
Estas dos salas de forma alargada, que servían para dar fiestas y banquetes privados en verano estaban precedidas de unos pabellones cupulados adelantados para compensar el mayor volumen de las cúpulas de las salas situadas en el eje norte-sur
Estas son dos de las estancias más apreciadas del complejo palacial: Sala de las Dos Hermanas y la Sala de los Abencerrajes, con sendas bóvedas de mocárabes, la primera de base octogonal  y la segunda con forma de estrella de ocho puntas (ambas según parece acogían veladas musicales), pero poseían además valores simbólicos apuntados por sus inscripciones, que remiten a prodigios celestes  en honor del Rey y, en última instancia, la figura mítica del Rey Salomón.

Desde la Sala de las Dos Hermanas se abre a un jardín inferior el bellísimo Mirador de Lindaraja “el ojo del cuarto de Aísa” que fue con bastante probabilidad, la favorita de  Muhammad V.


sábado, 16 de abril de 2011

PALACIO DE COMARES

 En la torre más grande de la Alhambra , la de Comares estuvo situado el salón del trono de Yusuf I y luego de Muhammad V y de sus descendientes, y en su entorno y en sus alrededores se disponían las estancias que el rey utilizaba de modo más habitual en su actividad pública . A este palacio no se accedía a través de paseos de perspectivas impresionantes ni de fachadas grandiosas que todos los ciudadanos pudieran contemplar, sino a través de una serie de patios menores  y de estancias administrativas, entre ellas el mexuar- con la que se perpetuaba la costumbre islámica de impartir justicia en la entrada de los palacios, hasta llegar al patio del Cuarto Dorado.

 El lienzo de la zona sur de este patio era, con bastante probabilidad, la verdadera fachada del palacio de los Reyes Nazaríes. Se trata del lienzo más profusamente decorado de toda la Alhambra  y está protegido por un gran alero de madera que actuaba como dosel cuando el rey se sentaba en el trono portátil bajo él para recibir o tal vez actuar como juez.
En la fachada hay dos puertas idénticas: por la derecha se regresa a los patios anteriores  y por la izquierda se llega al Patio de Comares , al que se accede por uno de sus laterales .En esta forma de acceso se pone en juego una característica muy islámica , el gusto por la sorpresa , aunque tales engaños tenían también una función defensiva .

El Patio de Comares, también llamado  Patio de los Arrayanes, era, aún más que hoy un jardín con su estanque central, que aliviaba los calores del verano, y sus arbustos de arrayán y cidro.
Esta era como hemos dicho, la residencia oficial del Rey, a la vez que acogía el salón del trono o la sala de recepciones.
La distribución es extraña y , al menos a nuestros ojos , poco funcional, pues para llegar al salón de Embajadores , cobijado en la torre de Comares, había que atravesar las habitaciones privadas del Rey , situadas en la sala de La Barca, con alcobas a ambos lados , y pasar junto a su oratorio privado, un sencillo mihrab.
El  salón de embajadores , con tres aberturas , por cada uno de sus lados , la central de cada uno más profusamente decorada , está cubierto por un techo de pequeñas piezas de madera de distintos colores, que representa los siete cielos superpuestos, sobre los que descansa el trono de Dios, descritos en una cita del Corán que recorre los muros del salón .La estancia se convierte así en microcosmos , pero, además , gracias a los poemas que recubren las paredes de la Alhambra , especialmente compuestos para ella por el poeta cortesano Ibn Zamrack, y que hace hablar frecuentemente a las propias habitaciones de sus bellezas, sabemos que el nicho central del lienzo frontal  de la torre estuvo en el trono del rey ,ubicando allí “como el sol” , el seno del universo musulmán.

A ambos lados del patio se disponen cuatro viviendas iguales de dos pisos en las que residían las cuatro esposas que permite el Corán y, al fondo, las habitaciones del servicio.
Asociado al patio de Comares aunque no dentro de él está el baño, imprescindible en cualquier palacio musulmán, al estilo romano, como se dijo, pero éste era un baño turco de vapor y carecía de la piscina siempre presente en los romanos. Destaca dentro de él la Sala de las Camas, utilizada como vestidor

LA ALHAMBRA DE GRANADA

La Alhambra  es el conjunto palacial medieval mejor conservado del mundo islámico.
De su historia constructiva se sabe bastante, pero se  mantienen aún muchas dudas, especialmente en lo que  al uso de las distintas estancias se refiere.
Está claro que la fortaleza roja (traducción de su nombre árabe ) tuvo en un principio una función meramente defensiva .Parece que parte de ella ya existía  en el siglo IX , pero fue dos siglos después , mientras Granada (Madinat Garnata) era la capital de la taifa de los ziríes , de origen Beréber, cuando el visir judío Samuel B. Nagralla emprendió la fortificación de la colina de Sabinika para ofrecer protección al barrio judío situado en sus faldas .Es posible que tal alcazaba cobijara un palacio para el visir , en el que tal vez se encontrara ya la fuente de los leones que da nombre al palacio posterior .

La Alhambra, sin embargo, fue transformada por los Reyes nazaríes en otra cosa muy diferente. El Fundador de la dinastía fue Muhadmmad b.Yusuf.b.Nasr b al-Ahmar , o muhadmmad I, perteneciente a una familia de pura raza árabe de Arjona , en la provincia de Jaén , descendiente , según pretendían ,de un compañero del mismo Mahoma.

En 1232 se proclamó sultán y se dispuso a unificar el área hispánica que aún era musulmana, lo cual logró seis años más tarde, con el beneplácito de  Fernando III, de quién se declaró vasallo y al que apoyó en sus campañas contra otros gobernantes  de su misma fe. Y solamente unos meses después de asentarse en el trono decidió construir su palacio en las alturas de la Alhambra 
Sus descendientes, Muhammad II y Muhammad III, entre finales del siglo  XIII y principios del XIV, dieron pasos importantes hacia la transformación de la alcazaba en ciudad palatina, pero fueron Yusuf I (1354-1359) y su nieto Muhammad V (1362- 1391) los que hicieron efectiva la metamorfosis.


La alcazaba perdió con ellos, en gran parte su carácter defensivo, pues se hicieron torres residenciales y se dio preferencia a las actividades administrativas y recreativas frente a las militares. Como los palacios de los Omeyas orientales  y como las villas romanas, a las que estos emulaban en cierta medida, la Alhambra conjugaba el aspecto  fortificado con un destino contrario: el ocio principesco.
Los muros torreados  y almenados resultaban imponentes y daban idea de poder a sus dueños, pero sus preocupaciones eran otras.
La Alhambra se sitúa además en la tradición de las ciudadelas, pequeñas ciudades fortificadas en el seno de la ciudad en las que reside el poder político.